top of page
Foto del escritorMaia Saps

De los talleres en escuelas a la consultoría: Mi historia con Iceberg.


Hoy quiero compartir un poco de mi historia y cómo llegué a fundar Iceberg, una consultora enfocada en el desarrollo de equipos de alto desempeño a través del autoconocimiento y el crecimiento personal en el ámbito empresarial.

Todo comenzó durante mis estudios de Sociología, cuando tuve la oportunidad de participar en un programa de becas auspiciado por la Fundación Botín durante dos meses en Madrid y Brasil. Este programa cuyo objetivo era el desarrollo de políticas públicas en América Latina me llevó a mi primer encuentro con Educación Responsable, un programa de inteligencia emocional para escuelas, promovido por la misma Fundación. Aunque hasta ese momento no sabía que mi camino tomaría otro rumbo.

Cuando regresé a Uruguay comencé a impartir talleres de inteligencia emocional en el ámbito educativo. Mi formación como coach y mi pasión por facilitar el crecimiento personal me llevaron a trabajar con Educación Responsable Uruguay, capacitando a docentes y explorando el potencial de la inteligencia emocional en las aulas.

Comencé mi carrera profesional trabajando en 2 ONGs cuyos objetivos estaban vinculados a promover habilidades socioemocionales a través de la educación. Luego de pasar por todos los roles, desde dar talleres a docentes hasta organizar eventos para las empresas que apoyan la fundación, me di cuenta que disfrutaba mucho generando espacios de conexión y crecimiento personal y profesional. Con la idea de volcar lo aprendido al mundo empresarial, ya que como adultos pasamos muchas horas allí, fue que tomé la decisión de irme a España a la IE University a realizar mi maestría con foco en promover estas habilidades en las empresas. Mi maestría en RH no tenía ni una materia de selección de personal, todas estaban enfocadas en promover los talentos y fortalezas de las personas, en organizar retiros empresariales, en hacer mindfulness para líderes, en cómo alcanzar el éxito desde lo humano, entre otras habilidades que me llamaron mucho la atención y sabía que quería traerlas a Uruguay.

Mi primer taller de empresa fue para un equipo de la ONU en España en 2020 y desde ese momento tuve la oportunidad de dedicarme a esto que tanto me apasiona.

Poco a poco, me di cuenta de que las habilidades emocionales eran fundamentales no solo en el entorno educativo, sino también en el mundo laboral. “No podemos pretender que un niño sepa gestionar sus emociones si nosotros cómo adultos no sabemos hacerlo” era una frase que me repetía constantemente. Fue entonces cuando co-diseñe un programa llamado "Organizaciones Emocionalmente Inteligentes", dirigido a empresas que buscaban fomentar el bienestar emocional y el liderazgo consciente entre sus colaboradores.

Con la pandemia, la relevancia de las habilidades emocionales se hizo aún más evidente. Las empresas de software, en particular, tuvieron un crecimiento exponencial y necesitaban conectar a sus colaboradores en un entorno virtual y fomentar la empatía, el autoconocimiento y el liderazgo. Realicé talleres pilotos con compañías como Qualabs y Light-it que nos abrieron las puertas para trabajar estas habilidades.

Así nació Iceberg, mi consultora enfocada en el desarrollo de equipos de alto desempeño a través del autoconocimiento. Con programas in company enfocados en promover lo humano en equipos de trabajo a través de talleres de liderazgo, team building, inteligencia emocional y eneagrama para equipos.

El Eneagrama es mi “caballito de batalla” ya que realmente fue un antes y después conocer esta herramienta en mi vida y estoy convencida del poder transformador que tiene. Creo que el Eneagrama es la herramienta actual más potente para desarrollar la inteligencia emocional, a través del autoconocimiento y la comprensión de cómo es uno mismo y cómo son los demás, y de esta manera lograr mejor comunicación, confianza y relaciones laborales más sólidas y sostenibles.

Cada equipo es diferente y las herramientas que utilizo van variando según las necesidades que tengan. Contar con este kit de herramientas que potencian al individuo en su vida personal y profesional es lo que hace que cada taller sea una experiencia de conexión dentro del equipo. Que les permita conocerse de verdad, desde lo profundo, lo dinámico y lúdico a la vez.


Siempre busco que en cada taller las personas se lleven herramientas prácticas para poder aplicar en sus trabajos y vidas personales ya que las habilidades que trabajo (autoconocimiento, empatía, comunicación, inteligencia emocional, etc) no se generan de un día para el otro, requieren práctica y sobre todo vulnerabilidad.

Lo más gratificante es ver personas que se conectan con su interior, que se permiten ser vulnerables con sus compañeros de trabajo y a partir de ahí comenzar un vínculo mucho más profundo y satisfactorio. Personas que comparten literalmente todos los días de sus vidas juntos y sienten que no se conocían de verdad hasta el taller y que marca un antes y un después en el equipo.

Poder ayudarlos a poner en palabras temas que venían arrastrando hace tiempo, darles el espacio para mirarse a los ojos y conectar con ellos mismos y entre ellos. Descubrir sus fortalezas y armar un plan de acción para comenzar a trabajar en sus oportunidades de mejora.

Líderes que confían y con los cuales armamos equipos desde cero, tomando en cuenta la personalidad de cada integrante para que sea complementario y puedan dar su mejor versión.

Siempre es gratificante la vulnerabilidad. Creo que hago lo que hago porque no hay nada más lindo que conectar con otros y conmigo misma en cada taller.

Desde ese lugar de autenticidad pasan cosas increíbles.



 

21 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page